La potencia de un motor depende, en gran medida, de la cantidad de oxigeno que puede entrar dentro del sistema para que haga reacción con el combustible. Existen dos maneras mediante las cuales es posible meter más oxígeno en el motor: aumentar el tamaño y capacidad del motor, o comprimir el aire para que entre más cantidad en el mismo espacio. Este último procedimiento es lo que llamamos coloquialmente “turbo”, es decir, un sistema de sobrealimentación que permite mediante la compresión del oxigeno una mayor potencia. Si estás leyendo esto es porque necesitas reparar turbo Madrid, por ello hoy te contaremos todo lo que necesitas saber antes de llevar tu coche al taller.
¿Cómo funciona el turbo?
El funcionamiento de este turbocompresor es sencillo: dos turbinas unidas por el mismo eje. Una de ellas es la encargada de pasar el aire caliente mientras que la otra, al girar junto a la primera, empuja el aire presionándolo contra el sistema. Pero ¿Qué pasaría si ambas estuviesen continuamente en movimiento y no hubiese nada que las parase? El motor literalmente, estallaría. Para ello se crearon unas válvulas, llamadas válvulas de descarga, que liberan parte del aire quitando presión del interior.
Tipos de turbo
Antes de reparar turbo Madrid debemos saber de qué tipo es. Hace años, se dividían en “soplados” y “aspirados”, unos comprimían el oxígeno antes de que se llegase al carburante, mientras que el otro lo hacía cuando los dos, aire y combustible, se unían. A día de hoy podemos diferenciar cuatro tipos:
– Turbo de geometría variable: también conocido como VGT es un turbo complejo que permite controlar la cantidad de aire que penetra en el sistema gracias a unas aletas situadas junto a las turbinas. Tienen un precio elevado y no son del todo fiables.
– Turbo de geometría fija: si al reparar turbo Madrid ves que es de geometría fija, estate tranquilo: son los más básicos y por lo tanto baratos. El problema reside en su lentitud al entregar la potencia.
– Turbo eléctrico: este turbo se creó con tres objetivos, mejorar las prestaciones, aumentar la eficacia y eliminar el LAG.
¿Qué tipo de cuidados debemos tener para evitar tener que reparar turbo Madrid?
La temperatura y los aceites baratos de mala calidad son los principales culpables de las averías en el turbo. Una vez abordemos estos dos factores, tendremos la mitad del camino hecho. Pero no es suficiente, hay muchos más cuidados que alargarán la vida de nuestro vehículo y que evitarán tener que reparar turbo Madrid con regularidad:
• Revisa el estado de los manguitos de goma, revisa que no haya roces, grietas y que las abrazaderas no estén mal apretadas.
• Trata de descarbonizar el motor de vez en cuando, de esta manera mantendrás el sistema de admisión sin carbonilla lo que evitará que se estropeen elementos como el filtro antipartículas y la válvula EGR. La mejor manera de evitar reparar turbo Madrid de esta manera, es circular en marchas cortas o hacer algún truco como acelerar al máximo en alguna rampa.
• Las partículas de aceite carbonizado actúan como una lija que acelera el desgaste de la turbina, por ello es muy recomendable para evitar reparar turbo Madrid dejar que se enfríe el aceite. Y ¿Cómo podemos hacer esto? Conservando el motor encendido unos minutos.
• Esperar a que el motor coja temperatura para hacer trabajar al turbo. Con unos 4 minutos se alcanzan unos 80º C, temperatura suficiente para que el aceite adquiera la viscosidad adecuada y el turbo pueda funcionar a pleno rendimiento.
Siempre es mucho más barato reparar turbo Madrid que comprar uno nuevo. Comprueba si tiene holgura y si está desgastado: de encontrarlo a tiempo te ahorrarás muchísimo dinero.
¿Qué tipo de averías nos pueden llevar a reparar turbo Madrid?
La gran mayoría de fallos que sufre el turbo son producidos por fallos de lubricación o de exceso de carbonilla, aunque el factor humano y la forma de conducción afectan directamente al estado y vida útil de nuestro vehículo. Aquí están algunas de las averías más comunes procedentes del turbocompresor:
• Holgura del eje: causado por desgastes del roce, esta avería podría llegar a provocar averías mayores de no ser tratada.
• Fugas: como hemos tratado en el apartado anterior, si no se revisa el estado de los manguitos se puede producir una fuga de presión, haciendo descender la potencia y generando sonidos inusuales al acelerar el vehículo.
• Fallo de la válvula de descarga: al perforarse la membrana del neumático se activa automáticamente el control de presión del turbo, lo que provocaría que la válvula se abriese y la presión de soplado fuese tan irregular que se activaría el modo de emergencia, disminuyendo el rendimiento del turbo.
• Desgaste del carrete: provocado por la velocidad y temperatura a la que se somete el eje. En el caso de que el aceite no sea el idóneo y esté en perfecto estado, los casquillos pueden perder hermeticidad y causar fugas en el sistema de admisión del turbocompresor.
Reparar turbo Madrid en Fast Repro
Tanto para el mundo de la competición como para el mundo de la calle, la aparición del turbo y su evolución han supuesto un gran paso. El mundo de los turbocompresores es muy amplio y complejo, por ello tanto si quieres reparar turbo Madrid como si quieres únicamente informarte más a fondo, cuenta con Fast Repro. Somos expertos en la materia.
