La nueva generación de Peugeot 3008 llegó en 2016 dispuesto a revolucionar el mercado del SUV y el sector crossover. Las expectativas estaban muy altas pero las quejas no tardaron en llegar a los foros de coches. La averia Peugeot 3008 más frecuente estaba relacionada con la electrónica, te contamos por qué.

En solo dos años en el mercado, el nuevo Peugeot 3008 se ha convertido en un duro competidor para los crossover líderes como el Nissan Qashqai, el Hyundai Tucson o el Kia Sportage.

No cuenta con tracción a las cuatro ruedas, ni falta que le hace: la demanda de esta característica es muy baja y por otro alto lo suple con el Pack Motricidad, un extra que incluye neumáticos M+S, sistema Grip Control para potenciar la tracción en terrenos deslizantes y un control de descenso de pendientes para carreteras con barro, grava o nieve.

Sistemas de infoentretenimiento e instrumentación digital: fuente de la gran averia Peugeot 3008

Para ganar mas espacio en el salpicadero, el nuevo modelo de Peugeot 3008 prescinde de los mandos del control de temperatura o el quipo de sonido: esto no es algo exclusivo de este modelo, otros coche de Peugeot y Citroën también necesitan una pantalla para ajustar el climatizador o subir el volumen de la música.

En lo que el Peugeot 3008 sí es pionero es que toda su instrumentación es digital: una novedad denominada Peugeot i-Cockpit. Se trata de una aplicación intuitiva en su manejo y configuración, que facilita manejar el navegador o el teléfono móvil sin distracciones o escuchar música en streaming.

Pero la dependencia digital también tiene un precio: los estudios confirman que los vehículos que cuentan con estas características son objeto de una mayor número de quejas sobre electrónica que otros modelos. Pantallas en blanco, fallos en la cámara de visión trasera y en la sincronización con los smartphone, y hasta pérdida de potencia en el motor… Esta es la clase de averia Peugeot más usual, que en muchos casos depende de la centralita.

Pero las quejas de los usuarios en los foros va mucho más allá: tirones del motor, lunas que no suben o no bajan lo suficiente, testigos que se encienden sin que haya averías (averia anticontaminación, fallo general del motor, etc)…

Cuando un nuevo modelo sale al mercado los fabricantes puede tardar hasta dos años en solucionar defectos que solo aparecen con el rodaje del vehículo.

La centralita es el cerebro en esta nueva generación de coches, y ante un aviso de avería esta impide que el coche pueda circular con normalidad, o incluso impide el arranque. Las pérdidas de fuerza del motor también pueden deberse a fallos en sistemas de inyección o en las bujías, errores en el caudalímetro… en esos casos se recomienda pasar cuanto antes por un taller.

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